Si eres una de las personas que aprecia los muebles de madera, seguramente tendrás en tu casa alguno de ellos esperando ser restaurado. El paso del tiempo y el desgaste natural hacen que la madera presente distintas imperfecciones, desde manchas hasta decoloraciones y marcas. Todo esto deteriora la calidad de sus componentes dando como resultado un mueble poco atractivo y con su funcionalidad en tela de juicio.
Siguiendo estos consejos, podrás contribuir a mantener ese mueble con historia y estilo, evitando que llegue a ser uno más en el vertedero.
Materiales
A continuación te entregamos la lista básica de implementos con los que debes contar para llevar a cabo la restauración.
- Lijas gruesas (60) y finas (200), dependiendo del desgaste
- Una máquina lijadora
- Un pincel grueso o una brocha delgada
- Un plumero
- Un paño de algodón
- Producto protector (aceite especial para madera)
- Barniz
- Herramientas según la unión del mueble (destornillador, cuña separadora
- Herramientas varias (espátula, raspador de madera, masilla o pasta de retape, cepillo de bronce)
Secuencia de pasos
Siguiendo la siguiente secuencia de pasos, obtendrás un mueble completamente recuperado.
1. Desarma el mueble
Dependiendo de cómo está ensamblado, separa sus partes y revísalas para obtener otra perspectiva del desgaste y de lo que haya que reparar. Busca un lugar en donde tengas espacio suficiente para así trabajar de mejor forma y sin contratiempos.
2. Lija, remueve la pintura
Para comenzar a lijar debes revisar el estado de la superficie del mueble. Si la madera está pintada requerirá de mayor esfuerzo, mientras que si está en estado bruto será más rápido y fácil esta tarea.
Lija siempre en el sentido de la veta, puedes ayudarte con una máquina lijadora y con lija media inicialmente para terminar suavemente con una lija fina. En caso de que debas renovar la pintura, recomendamos el raspador de madera y la espátula de acero.
3. Limpia la superficie trabajada
Utiliza el plumero que te mencionamos en la lista de materiales. Este paso es muy importante para que la superficie esté limpia antes de que le apliques el producto (aceite protector o barniz). Puedes usar también un paño de algodón humedecido en vinagre lanco que junto con limpiar, desinfecta.
4. Sella y empareja la superficie
Si la madera presenta algunas marcas o grietas te recomendamos aplicar un tipo de sellante en esta zona. Un buen insumo para eliminar estas marcas e impedir que se profundicen es la masilla para madera. Con la espátula debes empujar la masilla hasta que llene toda la cavidad, luego debes aplanar la superficie con la misma herramienta y esperar a que se seque bien antes de lijar. El tiempo de secado lo indica la masilla que estarás utilizando.
5. Lijar la zona
Una vez se haya cumplido con el tiempo recomendado de secado, debes pasar una lija de grano fino para dejar la superficie de la madera homogénea y sin rugosidades.
6. Protege la madera
Un buen consejo para reforzar lo que has hecho hasta el momento, es que adquieras y apliques un protector de madera previa aplicación del barniz escogido. Aparte de la humedad y del desgaste natural, tu mueble puede verse afectado por ciertos parásitos que dañan el estado de la madera.
7. Secado del producto
Al igual que en la aplicación de la masilla para la madera, el producto que aplicaste para proteger tu mueble previo a la aplicación del barniz debe contar con un tiempo de secado indicado por el fabricante. El respetar este tiempo es esencial para una óptima respuesta del producto.
8. Limpieza de la superficie
Luego de haber secado la zona protegida, deberás limpiarla con un paño húmedo, deslizando a favor de la vetas y ojalá con buen clima, para así favorecer al proceso.
Pintá.
9. Aplica el barniz
Con la brocha recomendada, de preferencia plana y ancha, darás una primera mano muy ligera pero deslizando de extremo a extremo el barniz.
10. Secado del barniz y segunda mano
Después de las 48 horas que debes dejar pasar vas a lijar nuevamente la madera con una lija de grano medio a fino. Luego limpiarás la superficie y deslizarás el paño de algodón ligeramente humedecido. En unos minutos la madera estará lista para recibir la segunda mano de barniz.